La Hermandad de la Soledad invitará a chorizo, bacalao y limonada el Domingo de Quassimodo

Además, se realizará la asamblea general, donde serán nombrados el Prioste y los Mayordomos junto con el Secreatario, que regirán la cofradía a lo largo de todo el año


Ermita de Nuestra Señora de la Soledad

Siguiendo la tradición, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, Cristo de la Vera Cruz y de la Quinta Angustia celebrará este primero de mayo el Domingo de Quassimodo, invitando a chorizo, bacalao y limonada a todos los vecinos que deseen asistir. El reparto se efectuará en el Centro Social Polivalente, situado en la calle de de la Seda nº32.

Con anterioridad a la invitación, los hermanos se reunirán en asamblea general para nombrar por orden de lista al Prioste, los Mayordomos y el Secretario; que serán los encargados de regir la Hermandad durante todo un año. Además, se exponen las cuentas del último ejercicio y se escuchan las propuestas de los hermanos de cara a los actos de la Semana Santa del próximo año.

Historia litúrgica del Domingo de Quassimodo

El Domingo de Quassimodo es el primer domingo tras la Semana Santa o el primer domingo después de Pascua. El origen de su nombre (en inglés) es incierto, pero aparentemente indica el contraste entre éste y la gran fiesta de la Pascua de resurrección, que le precede inmediatamente, y quizás también significa que, siendo el octavo día, fuera considerado parte de la festividad, aunque en menor grado.

Su nombre litúrgico es ‘Dominica in albis depositis’, derivado del hecho de que los neófitos que han sido bautizados en la víspera de la Pascua abandonan por primera vez sus blancas vestiduras. San Agustín menciona esta costumbre en un sermón para el día, y también se alude en el himno de vísperas para el tiempo pascual ‘Ad regias Agni dapes’ (o, en su antigua forma, ‘Ad cœnam Agni providi’), escrito por un antiguo imitador de San Ambrosio.

Este domingo también es llamado ‘Pascha clausum’ por algunos liturgistas, significando el fin de la Octava de Pascua, y domingo Quassimodo, por el Introito de la misa, ‘Quasi modo geniti infantes, rationabile, sine dolo lac concupiscete’, cuyas palabras son empleadas por la Iglesia especialmente en referencia a los neófitos, así como en alusión general a la renovación del hombre por la resurrección. Este último aún es común en algunas regiones de Francia y Alemania.